Soy un convencido de que lo que pasó en Talcahuano nos fortalecerá para lo que viene.
En ese estadio se vivió algo especial. Algo que habla de los que somos de la Unión.
Por un lado la expectativa, la ilusión; por otro lado, el mazazo en la cabeza, el aterrizaje brusco, la sensación de haber estado tan cerca...
Pero sin sufrir no vale. Es nuestro lema y así nos hemos movido los últimos 35 años y quien no lo siente así, no puede decir que es hincha de la Unión. Nuestro modo de vivir los partidos y nuestro fanatismo por el equipo demuestran que debemos saber convivir con la gloria y el dolor.
No quiero hablar de fracaso, porque jugamos el mejor fútbol del campeonato, llenamos las canchas de amagues, túneles, cambios de ritmo, golazos, frenos, contragolpes y de un estilo marcado que nos ha dado una identificación como equipo, como club, como pasión.
La Unión no es un equipo más en Chile. Es la comprobación del respeto por el buen fútbol, por el espectáculo, por su gente, por su historia y por lo que le ha dado al fútbol chileno. De partida, nuestro Santa Laura, la Catedral, valorado por todos como el mejor estadio para ver el fútbol.
Segundo, por sus jugadores y técnicos, apetecidos por otros clubes, en una gran señal de que hemos hecho bien las cosas.
Tercero, porque a diferencia de otros años, no existe la idea de quemar todo y echar a la calle el proyecto. Hay un respeto ganado en cancha que nos permite mirar el futuro con optimismo.
Cuarto, porque si a otro equipo le pasa lo que vivimos nosotros en el sur, se desarma entero, quizás para no pararse más.
Nosotros estamos de pie, pensando en nuestra revancha, soñando con lo que viene. Nadie nos puede privar de ilusionarnos como lo hicimos cuando entramos a play off.
Repasemos lo que viene de cara al 2013.
Se fue Lobos y entiendo que llega Diego Sánchez, que atajó harto en San Felipe y deberá estar a la altura de las exigencias.
Defensa, tenemos a Currimilla, Ampuero, Caté Navarrete y lamento que Rafa Olarra se haya ido. Necesitamos un central de experiencia y un lateral izquierdo que pase al ataque, onda Chiqui Cordero.
En el medio contamos con el gran Diego Scotti ( representa lo mejor de Unión, buen jugador, profesional, caballero), Villagra y vuelve Nicolas Altamirano, el Coto le tiene mucha fe a este cabro, que sabe jugar tras sus pasos por Copiapó y Ñublense. Ni Caroca ni Pavez, que suenan como refuerzos, son más que el Nico, así que tranquilos. Sí necesitamos un enganche, un conductor.
Me detengo en Vechio, jugador que explotó en Unión y que nos debe mucho. Por aguantarlo cuando llegó fuera de forma y cuando lo reintegramos tras la chiva de mitad de año. A veces lo noto con ganas de arrancar rápido de Santa Laura, como si hubiera lepra. El debería saber que en otro club no será nada igual. Si se queda en Unión, será un aporte en la medida que entienda que somos un equipo serio y que es un honor vestir la camiseta hispana.
Espero, también, que Mauro siga con nosotros. Mismo caso de Emiliano, en la medida que entienda que tiene el cariño del club, rendirá, sino seguirá hasta los 35 años como eterna promesa. Mauro es un jugador fantástico, que puede crecer mucho con el Coto.
Arriba siguen Seba Jaime, Pato Rubio y Emilio. Los tres fueron un gran aporte y necesitamos de ellos. Sumo a Gattas, que debería tener mayor continuidad y me encantaría que trajeran a Gustavo Canales, un goleador de raza, que nos daría presencia en el área.
Resumen: tenemos jugadores, debemos traer otros, pero lo hecho el 2012 nos permite estar tranquilos y renovar nuestra ilusión.
Nos veremos el 2013, el 13 de enero, ante Rangers, en Santa Laura, por Copa Chile.
Iremos todos a ver a Unión...
Flaco